Desolador es el escenario, tanto físico como social, que se observa en el terminal de buses MELIBUS, debido a que -si bien sus colaboradores no están en paro de funciones- hoy se mantiene operativa el 30% de la flota y, por ende, el reflejo de un futuro económico totalmente incierto y preocupante, no solo para esta pyme familiar, sino que, para todas las líneas de buses de nuestra provincia y las vecinas, como San Antonio, Talagante, Buin, etcétera.
El “estallido social” de octubre, les dio el primer “garrotazo” y ahora el COVID-19, pandemia global que nadie sabe qué consecuencias traerá para nuestro país, especialmente, para los 32 trabajadores de esta conocida empresa de locomoción colectiva, quienes de la noche a la mañana dejaron de obtener el porcentaje normal por corte de boletos. Así lo señala un preocupado José Peralta Rojas, Gerente General de MELIBUS, empresa que recorre la variante 3-A que va de Tres Poniente a Huilco ida y regreso, como también, Melipilla-Pomaire y viceversa.
Sobre medidas de sanitización en los buses ante la actual pandemia, el microempresario señala que han adoptado todas las recomendaciones del Ministerio de Salud en cuanto a desinfección y entrega de elementos de protección personal.
Intervención parlamentaria
Situación similar a sus pares melipillanos viven los conductores de los recorridos de Talagante y Peñaflor, quienes simplemente paralizaron sus funciones para solicitar al Gobierno resolver en parte sus problemas económicos. Por este motivo, hoy se contactaron -vía teleconferencia- con el diputado UDI por el distrito 14, Jaime Bellolio, quien conversó con Víctor Fuentealba, vicepresidente nacional de Confenataxi y representantes del sindicato de trabajadores de Buses Transcentro, donde abordaron los diferentes argumentos que mantienen paralizados los servicios hace varios días.
Añade que, en paralelo, habló con el presidente de la Comisión de Transportes de la Cámara de Diputados y, por último, se reunirá con los dueños de las distintas empresas, para conocer la situación económica en la que están y, dependiendo de ello, ver la forma garantizar que al menos, a los choferes, se les paguen sus imposiciones y puedan cobrar sus seguros de cesantía.
