En Chile, el cáncer de mama triple negativo (CMTN) está emergiendo como un desafío de salud pública, afectando cada vez a más mujeres menores de 40 años. Este subtipo de cáncer se caracteriza por su rápida progresión y la falta de respuesta a las terapias convencionales, lo que lo convierte en una de las formas más agresivas de la enfermedad.
Según las estimaciones, más de 800 mujeres reciben este diagnóstico cada año en el país, lo que equivale a dos nuevos casos por día. Esta enfermedad no solo representa una carga significativa para las pacientes y sus familias, sino que también plantea desafíos importantes para el sistema de salud en términos de diagnóstico oportuno y acceso a tratamientos efectivos.
En el marco de la conmemoración del Día Internacional del CMTN, que se celebra por primera vez en Chile este 3 de marzo, el Observatorio del Cáncer ha emitido un manifiesto para abordar estos desafíos y promover una mayor conciencia y acceso al tratamiento.
“Como Observatorio del Cáncer, aprovechamos esta ocasión para manifestar nuestro firme compromiso y solicitar acciones concretas que ayuden a mejorar la situación de quienes enfrentan el cáncer de mama triple negativo en nuestro país. Exigimos mayor eficiencia y agilizar los procesos regulatorios para garantizar que los tratamientos estén disponibles para quienes los necesitan lo antes posible”, señala Alicia Aravena, directora ejecutiva de la entidad.
El más agresivo
Dentro de las características principales de esta enfermedad es que a diferencia de la mayoría de tumores mamarios, el triple negativo no expresa receptores de estrógeno, ni progesterona y tampoco de la proteína llamada HER 2. Esto, a juicio del doctor Nicolás Droppelman, cirujano oncólogo de la Clínica Universidad de los Andes, es lo que lo hace más difícil de tratar.
“El cáncer de mama triple negativo crece más rápido y tiene mayor probabilidad de generar metástasis a distancia y también tiene mayor riesgo de recurrencia, es decir, una vez tratado, puede volver a aparecer. Además, tenemos menos herramientas para tratarlo, ya que no podemos utilizar medicamentos como el Tamoxifeno y los inhibidores de la aromatasa (antiestrógenicos). Tampoco podemos utilizar fármacos como el Herceptin, una terapia que va dirigida contra la mutación de HER2”, explica el especialista.
Actualmente el tratamiento que se utiliza principalmente en el sistema público es la quimioterapia, dejando fuera nuevas opciones terapéuticas innovadoras como la inmunoterapia y los anticuerpos conjugados, que ya están disponibles en Europa y Estados Unidos. En este sentido el médico indica que “todavía existen brechas de acceso que hay que mejorar para algunas drogas específicas de alto costo”.
La espera que arrebata la oportunidad de vivir
En diciembre de 2023, un grupo de mujeres afectadas por este subtipo de cáncer decidió reunirse y formar “Triple negativa, siempre positiva”, para visibilizar esta patología e incentivar la llegada de nuevos tratamientos y estudios clínicos.
La presidenta y fundadora de esta agrupación, Ana María Araya expresa que “nosotras quedamos al debe de todo tipo de tratamiento después de ser dadas de alta, al no tener ninguna de las llaves que tratan los cáncer de mama convencionales. En cáncer, cada día que pasa sin un tratamiento adecuado significa perder oportunidades de vida”.
Por su parte, Magdalena Urzúa, influencer (@vivirparacontarr) que se dedica a relatar sus vivencias como paciente de cáncer de mama triple negativo, habla sobre las brechas que existen ya que “al estar en Isapre, a través de la Cobertura Adicional para Enfermedades Catastróficas (CAEC), puedes solicitar estas drogas de alto costo que presentan nuevas esperanzas, pero que lamentablemente en el sistema público no están disponibles”.
En este contexto, el Observatorio del Cáncer a través de un manifiesto en el https://chng.it/thmGh2c2SR solicitaron a las autoridades que cada 3 de marzo se establezca como el Día Nacional de Concientización del Cáncer de Mama Triple Negativo en Chile, con el objetivo de visibilizar esta enfermedad y promover acciones concretas para su prevención, tratamiento y asignación de recursos necesarios para su abordaje adecuado.