Columna de Opinión: Parto respetado, la humanización del nacimiento

El parto es un momento único, lleno de emociones, expectativas y que se mantiene para siempre en la memoria de la madre, el padre y la familia. En virtud de ello, es imprescindible que hablemos de parto respetado para lograr que el acompañamiento que se entregue durante este momento esté avalado por la mejor evidencia científica disponible, ya que produce un profundo impacto en la vida de las personas.

El parto respetado o humanizado corresponde al respeto de los derechos de madres, recién nacidos y las familias en el momento del nacimiento, quienes se consideran los protagonistas de éste.  El acompañamiento por parte de los profesionales en este proceso fisiológico debe considerar los sentimientos, valores, creencias, emociones, la dignidad y autonomía de la mujer sobre su gestación y parto, el cual debe ser lo más natural posible, considerando los factores que lo promueven, como un ambiente íntimo, que la mujer tenga libertad de movimiento, aromaterapia, musicoterapia y evitando aquellas intervenciones médicas innecesarias.

En este contexto, en 2018 la Organización Mundial de la Salud (OMS) elaboró una guía de recomendaciones que respaldan los cuidados respetuosos durante el parto para una experiencia positiva en el nacimiento.

Para responder a las necesidades de las gestantes, nace el plan de parto, que corresponde a un documento escrito donde expresa sus preferencias y deseos para el momento del nacimiento. Tiene por objetivo dar a conocer a los profesionales de la salud y el equipo de atención médica las expectativas y decisiones de la mujer en torno al momento del nacimiento.

Dentro de los aspectos más importantes que incluye este texto se encuentran las preferencias en el manejo del dolor, el entorno del parto, tipos de intervenciones médicas, lactancia materna y contacto piel con piel. Además, de ser una guía flexible y no una garantía de cómo se desarrollará, puesto que pueden surgir situaciones clínicas imprevistas que pueden cambiar el plan.

Como Escuela de Obstetricia y Puericultura, tenemos el gran desafío de considerar en los planes de estudio el cambio de paradigma de atención, que considere el acompañamiento como eje central con un enfoque humanizado e interdisciplinario, empoderando a las mujeres en el rol de maternar.

Por Maricela Pino Directora Escuela Obstetricia y Puericultura Universidad de Las Américas.

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