Actualmente, las estaciones meteorológicas se están convirtiendo en herramientas transcendentales para la agricultura urbana, ya que miden -entre otras cosas- la cantidad de lluvia anual del lugar donde son implementadas, permitiendo con ello realizar la denominada cosecha de agua, que es la captura y acumulación de aguas lluvia en estanques para regar los cultivos en verano.
Lorena Droguett, es emprendedora, dueña del sitio www.fullmundo.cl y desde hace tres años trae al país estaciones meteorológicas (Miden temperatura, humedad, evapotranspiración, punto rocio, radiación solar, lluvia y anemómetro). Comenta que un cliente le encargó un producto de este tipo desde el extranjero y ahí se le ocurrió ofrecerlo como novedad en su página resultando tener mucha demanda. “Con el cambio climático la humedad y el viento comenzaron a afectar diversas zonas del país y actualmente las estaciones meteorológicas son muy requeridas por agricultores, hospitales y hasta por personas que deseen llevar control de la temperatura en sus hogares”, señala.
La agricultura urbana es la actividad agrícola que se practica dentro del perímetro de un pueblo o ciudad, generalmente, en pequeñas superficies comunitarias o individuales y cuyo objetivo es el autoconsumo. Debido a la crisis climática, los agricultores urbanos en el futuro serán fundamentales para enfrentar esta situación que tendrá como consecuencia que los productos agrícolas aumenten sus precios, debido a que las zonas productivas tradicionales no podrán proveer los alimentos suficientes para la población, principalmente, por la falta de agua.
“La labor de estos agricultores permitirá la producción de alimentos para el autoconsumo en zonas urbanas, algo esencial para la economía y salud familiar, proveyendo alimentos sanos, libres de pesticidas y a bajo costo”, afirma Andrés Moreno, ingeniero agropecuario, diplomado en gestión ambiental de la Universidad de Chile y consultor independiente.
El experto recalca el hecho que antiguamente el agua era un recurso abundante, lo que hacía que una importante cantidad se perdiera, especialmente, con el riego por tendido, que en palabras simples es como dejar que el agua corra como lo hace una manguera sobre el pasto. “Esta situación hoy cambió y los productores agrícolas se han visto obligados a utilizar toda la tecnología disponible para enfrentar el déficit hídrico”.
En este nuevo escenario -asegura- que un número creciente de empresas agrícolas han debido modernizarse con la instalación de riego tecnificado y -como complemento- empezar a desarrollar lo que se denomina agricultura de precisión, donde se miden diferentes parámetros del cultivo, suelo y clima, con el claro objetivo de hacer un uso eficiente y eficaz del agua. “Cuando un agricultor utiliza en forma adecuada, por ejemplo, el riego por goteo, observa rápidamente los beneficios, ya que aumenta la producción y calibre de sus productos. Por eso es fundamental que todos los agricultores urbanos aprendan a regar, ya que no solo es mojar el suelo para que un frutal u hortaliza se desarrolle, esta es una técnica que requiere mucha práctica y dedicación”, explica.