La pandemia ha cambiado muchos de los paradigmas establecidos en el mundo y nos ha llevado a enfrentar una situación sin precedentes, que ha provocado -entre otras- una profunda crisis económica que genera altas tasas de desempleo.
Según las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la tasa de desocupación nacional alcanzó 10,4% en el trimestre enero-marzo de 2021, lo que a su vez modifica los patrones delictuales establecidos.
Lo anterior se tangibiliza en las cifras de victimización del último sondeo realizado por la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (CNC), que no solo develan que ha crecido la percepción de inseguridad y violencia, sino que también evidencia que cerca del 50% cree que la delincuencia aumentará en los próximos seis meses. Según el estudio, los robos ocurren preferentemente en negocios, siendo Valparaíso, Viña del Mar, Santiago, Concepción y Talcahuano, las ciudades reportan mayores niveles de victimización.
Estas cifras concuerdan con las levantadas por la compañía de monitoreo de alarmas Verisure, que revela que durante mayo, precisamente las regiones de Valparaíso, Metropolitana y Biobío son las que más robos a negocios reportan con un 87%, 76% y 75%, respectivamente, en comparación a las intrusiones ocurridas en hogares.
“La seguridad es un derecho humano. Por lo tanto, y para cumplir esta visión, estamos constantemente innovando para ofrecer las soluciones de seguridad más efectivas, inteligentes y seguras del mercado, además de la mejor experiencia para los clientes, en la interacción con su alarma y nuestro servicio. Para eso, tenemos dos centros de innovación, uno en Madrid y otro en Malmö (Suecia), en los que trabajan más de 350 ingenieros con un gran abanico de especialidades, sumadas a una inversión de USD 300 millones anuales en nuevas tecnologías como Internet de las cosas, Big Data, procesado de imágenes y reconocimiento de voz, entre otros”, señala Eduardo Dorado, Gerente General de Verisure.
En Chile, la industria de la seguridad permite brindar un servicio de monitoreo profesional de alarmas para alrededor de 320 mil familias y negocios, llegando a proteger alrededor de un millón 200 mil personas, lo que “conlleva una gran responsabilidad y nos obliga a estar permanentemente mejorando nuestra experiencia de cliente.
